Introducía en el post anterior el modelo DISC para identificar la tendencia de comportamiento humano de las personas. En este post y sucesivos voy a entrar más en detalle en dicho modelo y más adelante abordaré otros modelos.
Para poder clasificar el comportamiento de una persona nos vamos a fijar en dos características que se pueden observar con relativa facilidad.
La primera de ellas es la orientación al control vs la orientación a la aceptación. Las personas con un comportamiento orientado al control tienden a actuar sobre su entorno en un esfuerzo de cambiarlo para que se adapte a sus necesidades. Sin embargo, cuando una persona muestra un comportamiento orientado a la aceptación, tiende a aceptar lo que les da el entorno y aprovecharlo para satisfacer sus necesidades.
La segunda característica es el comportamiento extrovertido, mostrando sus pensamientos y emociones, tanto verbalmente como no verbalmente o introvertido, de modo que no muestra sus pensamientos y emociones.
Es importante mencionar que una tendencia hacia la orientación o hacia el control no es un problema en sí misma. Del mismo modo que ser más o menos introvertido o extrovertido tampoco lo es. El problema lo encontramos cuando el comportamiento es extremo. Yo personalmente soy tímida, pero eso no ha impedido nunca que pueda enfrentarme a las situaciones cotidianas o a dar charlas constantemente ante un público numeroso. De hecho, una característica de muchos tímidos (y me incluyo) es que en el momento que subimos a un estrado nos “olvidamos” de nuestra timidez, lo que consigue sorprender a mucha gente que nos conoce.
Con estas características se definen los cuatro comportamientos que dan nombre al modelo DISC:
- Dominant o Dominante: Orientado al control, extrovertido. Tiende a buscar el control de las tareas y se relaciona con el entorno de forma directa.
- Interacting o Influyente: Orientado a la aceptación, extrovertido. Tiende a aceptar el entorno y a interaccionar mucho con las personas que le rodean de forma directa.
- Steady o constante o estable: Orientado a la aceptación, introvertido. Tiende a aceptar el entorno y a relacionarse ofreciendo apoyo, y de forma indirecta.
- Cautious o Concienzudo: Orientado al control, introvertido. Tiende a buscar el control de las tareas de forma reservada e indirecta.
Normalmente las personas no tenemos un perfil único, sino que tenemos una combinación de los cuatro, pero con uno (o dos) predominante. Además, en función del entorno podemos ver que nuestro perfil es muy diferente, ya que nos adaptamos a las circunstancias. Esto se aprecia claramente en la forma que nos comportamos cuando estamos en un entorno laboral y en uno personal (podemos llegar a cambiar el perfil comportándonos de forma diferente) o incluso es más llamativo cuando vemos las diferencias entre estar en un entorno laboral en situación normal o estar en ese mismo entorno en situación de estrés. Conocer ese cambio de perfil también nos puede ayudar a comprender por qué reaccionamos de determinada forma, e incluso llegar a actuar sobre ello.
Finalmente puede haber una diferencia importante conocer en la forma de actuar en lo que se conoce como nuestro comportamiento visible y nuestro comportamiento interior. El visible es aquel que hemos aprendido, que solemos aplicar porque es el que se espera de nosotros. Este es el comportamiento que aplicamos en condiciones normales. En cambio, el invisible es el innato, el que nos sale de forma natural y es el que aparece en condiciones menos favorables, por ejemplo en situaciones de estrés.
Cuando hay una diferencia muy importante entre ambos comportamientos, la persona en cuestión puede llegar a tener un conflicto interno si tiene que mantener durante mucho tiempo esta diferencia de comportamiento y no sabe gestionarlo. Además, este cambio de comportamiento puede crear tensión en las personas que le rodean, puesto que no llegan a entender el por qué de su forma de actuar.
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