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domingo, 20 de marzo de 2011

El sombrero amarillo

El sombrero amarillo es, de los 6 sombreros, el relacionado con el optimismo. Con este sombrero, los participantes deben concentrarse en buscar los puntos positivos y los beneficios de la idea o del tema que se está tratando en la reunión, así como buscar cómo llevarlo a la práctica.

Este el sombrero es complementario al sombrero negro. En aquel se buscaban los puntos en los que se encuentran las debilidades, mientras que en este se buscan las fortalezas. También, a diferencia del sombrero negro, este es mucho más difícil de llevar, puesto que tener "pensamiento positivo" es, para la mayoría de las personas, mucho más costoso que tener "pensamiento crítico", por lo que se debe "aprender" a llevar este sombrero para buscar el "valor" de las cosas. Ser positivo es una elección y, como tal, podemos decidir ver las cosas de forma positiva y buscar los beneficios.

Los "valores" encontrados deben tener una base lógica, y debe ser un sombrero de juicio. El pensamiento con sombrero amarillo debe estar compuesto por curiosidad, placer, ganas de hacer y querer que las cosas sucedan.

Los aspectos positivos abarcan desde el exceso de optimismo en un extremo hasta la visión lógico-práctica en el otro. Debemos ampliar el pensamiento de sombrero amarillo más allá de lo que es sólido y conocido, para poder lograr grandes progresos.

Las sugerencias optimistas deben tenerse en cuenta y formar parte del mapa de pensamiento (del mismo modo que sucedía con las "creencias" en el caso del sombrero blanco), y debemos etiquetarlas en función de un cálculo aproximado de probabilidad (comprobado, muy probable basado en la experiencia, bastante probable, poco probable, posibilidad remota, etc). Si tenemos posibilidades muy remotas, pero las tenemos en nuestro mapa de pensamiento podremos decidir rechazarlas o intentar actuar sobre ellas para hacerlas más probables. Por ello es importante poner también estos pensamientos encima de la mesa, para ver si es posible actuar sobre ellas, mientras que si no se tienen en consideración nunca se podrá plantear nada para intentar que se produzcan.

El pensamiento de sombrero amarillo requiere tanta disciplina como el blanco o el negro. No se trata solo de buscar una valoración positiva, se trata de la búsqueda deliberada de "lo positivo". Investiga y explora los valores y los beneficios y además lucha por encontrar el apoyo lógico que los avale.

El pensamiento de sombrero amarillo es constructivo y generativo. Con él aparecen propuestas y sugerencias concretas. Se relaciona con la operatividad y con hacer que la cosas ocurran. De ahí que la efectividad es el objetivo final del pensamiento constructivo que se lleva a cabo con este sombrero.

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