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lunes, 7 de febrero de 2011

Los tres estilos de dirección definidos tradicionalmente


Los estilos de dirección son la forma en la que un manager lidera y gestiona a su equipo, y condicionarán considerablemente la percepción de liderazgo por parte del grupo de personas que configuran su equipo.

Tradicionalmente se han identificado básicamente tres estilos de dirección, que describiré a continuación
  1. Impositivo
  2. Participativo
  3. Movilizador

Cada uno de los mismos tiene sus ventajas y sus desventajas y será más conveniente aplicar uno u otro en función de los siguientes parámetros.
  • Las características de los colaboradores
  • La cultura de la organización
  • Las situaciones conyunturales

1. Estilo Impositivo
La principal característica de este estilo es que las decisiones las toma el manager, y una vez tomada dicha decisión puede actuar de tres formas diferentes:
  • Informar al equipo de la decisión adoptada
  • Informar y explicar al equipo el por qué de la decisión que ha tomado
  • Informar, explicar el por qué de la decisión y fomentar el diálogo y las preguntas por parte de los colaboradores, con el fin de conseguir que la decisión sea entendida y asumida (incluso compartida) por los colaboradores.

Conviene utilizar este estilo cuando la cultura de la empresa fomenta que sean los managers quienes toman las decisiones puesto que cuentan con más información que el resto del personal, cuando se afronta una situación de gravedad o urgencia, cuando los objetivos sean totalmente inflexibles y sean críticos, o cuando, como se comentaba en el post anterior, nos encontremos frente a un colaborador con actitud constantemente antagonista.

Para poner en práctica este estilo, el manager debe contar con unas grandes dosis de firmeza y determinación, debe ser un buen comunicador para exponer con claridad las decisiones que ha tomado y los motivos, en el caso que decida hacerlo, y debe ser capaz de dar órdenes dirigidas a que los objetivos que tiene asignados el equipo se cumplan.

Las ventajas de este estilo incluyen disponer de unos objetivos claros a todos, puesto que el manager los ha decidido y comunicado, la posición de mando de manager se ve reforzada y el manager transmite seguridad puesto que es el quien toma todas las decisiones.

Sin embargo, este estilo también comporta unos inconvenientes, como que es posible llegar a una situación en la que se radicaliza el mando, acaba completamente con la creatividad del equipo, y no solo con la creatividad, sino que puede llevar a terminar con el propio equipo, excepto en situaciones en las que los colaboradores sean personas totalmente sumisas o muy junior.

2. Estilo Participativo
En este estilo las decisiones las tomará el manager tras haber escuchado al equipo, siguiendo dos aproximaciones
  • La decisión la toma el manager, pero es susceptible de ser modificada con las aportaciones de los colaboradores
  • El manager escucha primero las aportaciones de los colaboradores y con toda la información toma una decisión.

Conviene utilizar este estilo cuando los colaboradores conocen perfectamente su rol, así como la información necesaria para realizar aportaciones para la toma de decisiones y cuando se producen situaciones de sinergia entre manager y colaboradores.

Para poner en práctica este estilo el manager debe contar con suficiente flexibilidad y debe estar abierto a escuchar a los miembros del equipo y debe tener habilidades para fomentar la participación de todos ellos.

Las ventajas de este estilo incluyen que permite recompensar a aquellos colaboradores que acostumbran a mostrar singergias con el manager, fomenta el diálogo dentro del equipo y genera la implicación de los colaboradores, por lo que se incrementa la sensación de equipo.

Sin embargo, este estilo como todos, cuenta también con unos inconvenientes asociados. El manager puede ofrecer apariencia de indecisión (frente al estilo anterior), excepto si la cultura de empresa fomenta este estilo. Algunos miembros del equipo se pueden llegar a sentir incómodos por una falsa sensación de inseguridad, la toma de decisiones se puede ver ralentizada por la necesidad de incorporar las opiniones de los miembros del equipo. También hay que superar la dificultad que puede suponer, sobretodo al principio, fomentar la participación del equipo y además el manager debe estar preparado para aceptar opiniones contrarias e incluso críticas.

3. Estilo Movilizador
Este estilo se caracteriza porque se permite al equipo que tome decisiones, y aquí también se pueden seguir dos aproximaciones
  • El manager establece unos límites y permite que los colaboradores decidan dentro de esos límites
  • El manager ofrece una total libertad a sus colaboradores para que tomen la decisión

Conviene aplicar este estilo cuando el equipo debe proporcionar respuesta a un desafío, cuando el manager debe delegar y cuando los colaboradores ofrecen un elevado nivel de sinergia con el manager y han adquirido el nivel de competencia adecuado para llevar a cabo esa toma de decisiones.

Para poner en práctica este estilo debe existir un elevado nivel de entusiasmo y compromiso entre los miembros del equipo, deben estar definidos unos valores comunes y compartidos entre todos y debe existir una confianza plena entre todos los miembros del equipo, incluido el manager.

Las ventajas de este estilo de dirección son el desarrollo de una responsabilidad e iniciativa de todos los miembros del equipo, la existencia de un buen ambiente de trabajo y la aparición de nuevos motores dentro del equipo, además del manager. Finalmente con este estilo se desarrolla una implicación máxima en el equipo y en la consecución de los objetivos a cumplir.

Sin embargo, entre los inconvenientes de este estilo de dirección, se encuentra la dificultad de la puesta en práctica en los primeros intentos, así como la incertidumbre sobre los resultados que se alcanzarán puesto que el manager no los controla.

Como he comentado a lo largo del texto, hay muchos condicionantes para aplicar uno u otro estilo, pero el manager debe tenerlos en cuenta y aplicar aquel que sea más adecuado en cada momento, siguiendo la línea del liderazgo situacional que he comentado en algún post anterior.

El éxito del manager se basará en saber aplicar adecuadamente un estilo a cada circunstancia, para reforzar su posición de liderazgo.

Un manager debe encargarse, primero de todo identificar a cada uno de sus colaboradores para saber cómo actuar con cada uno de ellos. Para ello deberá:

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